La rosquilla de calabaza es un postre perfecto para la temporada de otoño.
Es excelente tanto para un desayuno saludable como para una merienda. Se obtiene licuando la calabaza cruda y el resultado, además de delicioso, es la creación de una rosquilla alta y suave. La receta es rápida y fácil y también es excelente para hacer que los niños coman calabaza.
179Kcal por tajada (20g) Grasa total: 8,09 g; Colesterol: 9,3 mg; Sodio: 13,10 mg; Carbohidratos totales: 23,09 g; Fibra dietética: 1,63 g; Azúcares: 9,69 g; Proteínas: 3,97 g
Ingredientes:
- 110 g de aceite de semilla; - 60 g de harina de almendras; - 1 huevo; - 150 g de azúcar de caña integral; - 100 g de clara de huevo; - 16 g de levadura; - 60 g de chispas de chocolate amargo; - 350 g de harina integral; - 650g de calabaza cruda
Procedimento:
1) Mezclar el huevo con el azúcar y la clara de huevo con una batidora eléctrica; 2) Luego agregar el aceite y la harina tamizada; 3) Mezclar todos los ingredientes; 4) Ahora agregar la levadura tamizada, la harina de almendras y continuar mezclando los ingredientes con una espátula; 5) Licuar la calabaza cruda y agrégarla a la mezcla; 6) Agregar las chispas de chocolate y seguir mezclando todo; 7) Poner la mezcla en un molde para rosquillas previamente engrasado y enharinado; 8) Hornear a 180 grados durante 50 minutos (siempre haga la prueba del palillo de dientes); ¡COMA BIEN - COMA SALUDABLE!
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